Visitando Navarro Correas



 Un viernes a la mañana tipo 11.30hs, decido escaparme de la ciudad e ir al encuentro de la Bodega Navarro Correas. Muy fácil de llegar, a 12 minutos del centro en el departamento de Godoy Cruz, que forma parte del Gran Mendoza y está  fuertemente ligado a la Ciudad en términos comerciales y de demanda laboral. 

 Me encuentro con una bodega minimalista ubicada en una calle casi de tierra escondida del ruido del carril Rodriguez Peña que es una zona industrial en crecimiento. La cuadra en donde está emplazada el establecimiento es una típica calle de los alrededores mendocinos con sus acequias profundas de tierra llevando el ruido del agua y sus árboles  abrazando al transeúnte, todo verde y generoso.

  Allí sale a mi encuentro Leonardo Garbi encargado de turismo de la Bodega. La modalidad de las  visitas  aquí  es sumamente personal. Se puede estar con Leonardo un rato muy largo. Él hace interesantísima la visita con toda clase de explicaciones y una especial conexión con la marca. Su espíritu y visión lo tienen atrapado: “Arte por dentro y por fuera”

Contaré un poco de la historia de la bodega y de dónde salió la marca. Se originó en Mendoza y su historia se remonta a Don Juan de Dios Correas quien plantó sus primeras vides ubicadas al pie de la Cordillera de los Andes.
  
Don Juan se involucró en la vida pública de la provincia y llegó a ser de los primeros Gobernadores en 1824, mandato durante el cual ayudó al Ejercito Libertador de Los Andes del general San Martín.
Pero fue Edmundo Navarro Correas, descendiente de Don Juan, quien decidió producir vinos bajo su propio nombre. En aquellos años ya se elaboraron vinos tintos, blancos y espumantes, bajo métodos artesanales.
  
Marcas tradicionales como Colección Privada aún se encuentran en el mercado con sus inconfundibles etiquetas pintadas por grandes artistas argentinos.
  
Desde 1996 la Bodega pertenece a Diageo, productor mundial de bebidas. Ésta empresa decidió rediseñar y construir un edificio, el cual  fusiona la antigua bodega y el nuevo edificio con su paisaje. Los arquitectos que plasmaron este cambio  fueron los reconocidos Bormida & Yanzón.

 El  edificio está basado en una arquitectura minimalista y se destacan su centro de visitantes, en el cual hicimos una degustación con Leonardo; dos salas de degustación, especial para crear un clima íntimo; una recepción y una sala de exposiciones.
Siempre ligados al arte, su lema “Arte por dentro y por fuera”.

 Continuando con este principio recorrimos las muestras de los artistas mendocinos Osvaldo Chiavazza  y Martín Motta. Encontré una combinación imperdible. Ambos estilos, el gran formato figurativo de Osvaldo, el color y la filiación con el arte callejero y gráfico de Martín me resultaron muy interesantes.

 La bodega fue la primera en incorporar obras de artistas locales ayudando a su promoción y acercando así  al público mendocino también.
En el sitio web de la misma encontrarán no solo videos de los artistas que han pintado las etiquetas de algunos de sus vinos, sino también una oferta de excelentes maridajes para disfrutar.

A continuación incorporo las interesantes biografías de los artistas encionados.


Martín Motta: Nace en 1983, es profesor y Licenciado en Artes Visuales con especialización en pintura egresado de la F.A.D  Universidad Nacional de Cuyo.
 Realiza dibujo, pintura e ilustración. Integra diversos colectivos interdisciplinarios que conjugan:  música, teatro y artes visuales.
Actualmente trabaja en la realización del cómic Anarcomarka,  basado en la novela escrita por el Dr. Jorge Hurtado, psiquiatra boliviano fundador del Museo de la Coca en la ciudad de La Paz .Del 2003 en adelante expone tanto en muestras individuales como colectivas y participa en algunos salones. A fines del año 2009 es seleccionado por el curador Kevin Power para formar parte de la muestra internacional Discursos narrativos, 18 expositores de 6 países en el Espacio Contemporáneo de Arte, la muestra venía  anteriormente del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba)
 Su labor se caracteriza por una constante búsqueda expresiva heterogénea que se mueve entre lo personal y lo multidisciplinario. Por un lado experimenta entre el dibujo, la ilustración y la pintura abordando diferentes temáticas y formas, entremezclando desde paisajes que devienen de  cuentos, siluetas expresionistas hasta stenciles del arte urbano. También experimenta en lenguajes como el que proponen las proyecciones de objetos artesanales o encontrados en pequeño formato. Dicho lenguaje lo ha utilizado en obras de teatro, danza y música, explotando así la posibilidad que ofrece de ser utilizado junto a otras disciplinas en la conformación de arte multimedia Insumergidos, Don Quijote, Eterna entre otros


 Osvaldo  Chiavazza: Nació en 1970. Maestro de Artes plásticas egresado de la Escuela Provincial de Bellas Artes de Mendoza. En 1990 instala y mantiene un taller privado de pintura, dibujo y escultura. Desde 1988 participa en salones y numerosas exposiciones individuales y colectivas, nacionales e internacionales, como Londres (2001), Barcelona (2004) y Marbella (2006).
Obtiene varios premios, entre ellos: Mención en dibujo otorgado por el Salón Nacional de Grabado y Dibujo Buenos Aires, 1994; Premio Mención “Medalla de Plata” en el Salón Nacional de Artes Plásticas, Buenos Aires, 1995; Primer Premio en dibujo en el Salón Vendimia de Artes Plásticas, Mendoza, 2003.
Desarrolla obras de pintura mural donde van apareciendo , figuras humanas que parecen emerger de un misterio, con sus colores entrelazados, en sombras sutiles, una marca, un sello de su creador. como la obra  realizada para la Subsecretaría de Turismo de Mendoza. Su obra se encuentra en colecciones particulares de los cinco continentes y también en colecciones públicas de Mendoza. Dice el artista:“Cuando estoy aburrido o cansado, vuelvo atrás. Trabajo en la medida en que me entusiasmaLa idea es “que nunca se convierta en algo tedioso. Si caés en la comodidad, tenés que seguir desarrollando y meterte en cosas a veces incómodas. Si te arriesgás, siempre se va a percibir en el trasfondo: en su calidad, en su intensidad. Siempre hay que hacer sacrificios para seguir creciendo”.

 Una marcha cuyo destino es una permanente búsqueda.


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