Salentein, patrimonio cultural y arquitectónico





“Cuando hablamos del patrimonio de la vid y el vino en la Argentina, nos referimos a todos aquellos bienes materiales e inmateriales relacionados a la vitivinicultura que a lo largo de más de 400 años, en distintos contextos políticos, sociales, económicos y espaciales, forjaron una cultura de gran riqueza y diversidad.
    Dentro de estos testimonios, nos focalizaremos en los paisajes y la arquitectura como origen y sustento de los vinos argentinos”. Arquitecta  Liliana Girini

"Salentein, el lenguaje de la piedra"

Un ejemplo de bodega moderna lo constituye Salentein, pionera en el Valle de Uco, quien eligió este lugar en el año 1995. La bodega combina su diseño funcional con una presencia y belleza únicas. En un sentido profundo, su forma y materiales captan una expresión espiritual y resultan ser un tributo a la historia de este valle argentino.

Su diseño se exhibe en forma de cruz, donde cada ala constituye en sí una pequeña bodega. A su vez, cada sección se divide en dos niveles: una al nivel del suelo, con tanques de acero inoxidable y cubas de roble francés para la fermentación y el almacenamiento; y otra sección a nivel subterráneo, donde se añeja el vino en barricas de roble francés. Las cuatro alas convergen en una cámara central circular, similar a un anfiteatro, que posee una abertura en la parte superior que permite la entrada sutil de luz a la bodega bajo tierra.

Bodega Salentein

Más allá del funcionalismo, la forma en cruz respeta las raíces religiosas del Valle de Uco, donde se asentaron los misioneros jesuitas en el siglo XVI, pioneros en el cultivo de viñedos en la región. La convergencia de las cuatro naves en la cámara central se inspiró en los antiguos templos clásicos centralizados; los niveles subterráneos para el añejamiento del vino, rememoran las ceremonias que realizaban a la diosa de la fertilidad los indios de los Andes.

El manejo cuidadoso de la uva constituye el principio rector de la forma del edificio. La zona de carga está diseñada para permitir la recepción de la uva en cintas transportadoras, lo que evita el uso de lagares. La forma en cruz acorta la distancia que necesita el vino para su traslado, y consecuentemente, disminuyen los movimientos del líquido evitando la oxidación innecesaria. Los dos niveles facilitan que el vino circule de los tanques a las barricas, mediante el sistema tradicional de transferencia por gravedad.

Sala de Barricas

Para Salentein el vino comienza en la armonía de la tierra y el clima. Las inversiones culturales y la producción de alta calidad son objetivos que se persiguen con una perspectiva de largo plazo, apuntando a la sustentabilidad de la tierra y de su gente. De hecho, más de 49 hectáreas de hábitat desértico autóctono fueron conservadas y forman parte del paisaje cotidiano.

Vista Posada Salentein

Otra particularidad es el piso subterráneo, elaborado con piedras naturales de la región de Cuyo, que visto desde el nivel superior muestra un importante diseño de fuerte contenido simbólico: la rosa de los vientos. Orientados cada uno de sus extremos hacia los puntos cardinales, la bodega representa así su relación con el resto del mundo.
Rosa de los vientos
Todos estos atributos consolidan una imponente imagen de Salentein, la cual ha sido considerada “catedral del vino” y ha obtenido importantes premios internacionales a su particular diseño, arquitectura, uso de materiales y preservación del paisaje autóctono.

“En Bodegas Salentein cada piedra, cada ladrillo y cada pedacito de vidrio nos cuentan una historia visual del arte vitícola en la región. El suelo y la piedra del lugar (…) predominan en el ambiente, reflejando la importancia de los terrenos volcánicos del área y las piedras dispuestas en capas de la viticultura (…) Todos estos elementos cuentan la historia del pueblo argentino y su tierra”; afirma la Arquitecta del proyecto, Eliana Bórmida.

En algunos establecimientos los sectores dedicados al turismo a menudo se articulan con la bodega, pero no necesariamente forman parte de ésta. El complejo cultural Killka,
 contiguo a la bodega Salentein, comprende un auditorio, restaurante, bar y un espacio de arte donde se expone arte contemporáneo argentino y arte holandés de los siglos XIX y XX. Este espacio fue premiado con la medalla de oro en el concurso internacional Best Wine Tourism, organizado en Sudáfrica en el año 2008. 

Complejo Cultural Killka
Complejo Cultural Killka por dentro


Además, el complejo incluye la capilla de la Gratitud, construida en tierra como homenaje a la “pachamama”, creada tanto para realizar ceremonias de la bodega, como para abrirse a la comunidad.

Restaurante de Posada Salentein

 Finalmente, encontramos la posada que consiste en tres casas rodeadas de viñedos en una de las fincas de la bodega. www.bodegasalentein.com/posada